Bandas elásticas, ¿qué son y para qué se utilizan?

Las bandas elásticas se han convertido en un accesorio imprescindible en cualquier rutina de entrenamiento; desde formar parte de la rehabilitación de alguna lesión hasta convertirse en imprescindibles para mejorar el rendimiento. Con ellas se puede conseguir un entrenamiento óptimo, sin necesidad de pesas ni máquinas.

Además, su versatilidad, facilidad de uso y diseño compacto y ligero permite entrenar en cualquier lugar, ya sea en casa, en el gimnasio o al aire libre. En esta entrada, descubrirás qué son las bandas elásticas, sus principales beneficios y cómo conservarlas para que te duren más tiempo.

 

¿Qué son las bandas elásticas?

Las bandas elásticas, también conocidas como bandas o cintas de resistencia, son accesorios de entrenamiento fabricados en materiales flexibles como látex, caucho sintético, tela con látex o caucho e incluso silicona reforzada. Su principal característica es la capacidad de generar resistencia progresiva al estirarse, lo que permite trabajar diferentes grupos musculares sin necesidad de pesas.

Los tipos más utilizados son:

Más allá de los diferentes tipos existentes, las planas coinciden en tener una longitud que suele oscilar entre los 1,5 y los 2 metros, ganando alrededor de un 50% más cuando se estiran (de 2,25 a 3 metros estiradas). En la siguiente imagen se cuantifica la fuerza según el estiramiento que se realiza en kg (para una de las marcas de referencia).

 

Beneficios de entrenar con bandas elásticas

  • Versátil y portátil: se pueden usar en casa, en el gimnasio o al aire libre.
  • Facilidad de uso: gracias a la gama de intensidades son adecuadas para cualquier nivel.
  • Ideales para el uso en fisioterapia y readaptación ya que se usan en la prevención y rehabilitación de lesiones.
  • Mejora de la fuerza y resistencia muscular: se pueden utilizar tanto para facilitar como dificultar los ejercicios; además de que ayudan al trabajo progresivo y sin impacto en las articulaciones.
  • Económicas: alternativa barata frente a otros materiales de entrenamiento como pesas o máquinas de gimnasio.

 

Cuidados y recomendaciones para un uso seguro

En la mayoría de las ocasiones nos centramos en los ejercicios y dejamos de lado algo tan importante como es el mantenimiento del material. A continuación, una serie de consejos para aumentar el tiempo de uso de las bandas elásticas.

Para almacenarlas de forma adecuada tienen que estar en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y fuentes de calor (el calor y la humedad pueden degradar el material). Y, por supuesto, no se deben dejar enredadas.

En cuanto a la limpieza se puede realizar con un paño húmedo, agua tibia y si fuese necesario jabón neutro. El talco también nos puede ayudar a conservarlas mejor.

Además, para evitar que se rompan o recibir algún tirón incómodo, revisa siempre las bandas antes de usarlas (buscando grietas o marcas de desgaste), utilízalas sobre superficies lisas y sin objetos afilados (como por ejemplo suelos de exterior rugosos), y no las estires más allá de su límite recomendado. Asegúrate de fijarlas correctamente si usas anclajes y evita colocarlas en zonas sensibles del cuerpo para prevenir lesiones.

 

En las siguientes entradas de este blog exploraremos ejercicios específicos para sacarles el máximo provecho, de momento os dejamos estos 3 ejercicios para la zona interescapular.

En conclusión, las bandas elásticas ofrecen una forma sencilla, accesible y eficaz de entrenar sin complicaciones. Ya sea que busques aumentar la fuerza, mejorar la movilidad o recuperarte de una lesión, éstas se adaptan a cualquier necesidad. Pero importante, recuerda cuidarlas bien para garantizar su durabilidad.

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