Bandas elásticas en lesiones de tobillo
El tobillo es una articulación fundamental para la estabilidad y el movimiento del cuerpo. Se encarga de conectar la pierna con el pie, soportando el peso corporal y permitiendo movimientos como la flexión, extensión, inversión y eversión, aunque también participa en la pronación y supinación. Anatómicamente, está formado por la unión de tres huesos: la tibia, el peroné y el astrágalo. Su estabilidad depende tanto de la congruencia ósea como del soporte ligamentoso y muscular.
Los principales ligamentos del tobillo se dividen en dos grupos:
- Ligamentos externos, como el peroneoastragalino anterior (LPAA), el calcáneoperoneo (LCP) y el peroneoastragalino posterior (LPAP), que estabilizan el tobillo frente a movimientos de inversión excesiva.
- Ligamentos internos, agrupados en el ligamento deltoideo, que protege frente a movimientos de eversión.
Una debilidad o lesión en cualquiera de estas estructuras puede afectar el equilibrio, la marcha y la funcionalidad del pie. Entre las lesiones más frecuentes encontramos el esguince de tobillo, tanto en su forma externa como interna. En este artículo veremos cómo el uso de bandas elásticas puede contribuir de forma eficaz a su recuperación.
Esguince de tobillo externo
El esguince de tobillo externo es, con diferencia, el más frecuente. Representa el 85% de los esguinces de tobillo y ocurre en 1 de cada 10.00 personas. Se produce cuando el pie gira excesivamente hacia dentro (inversión), provocando un estiramiento o desgarro de los ligamentos laterales, especialmente del peroneoastragalino anterior.
Los síntomas más comunes incluyen dolor en la parte externa del tobillo, inflamación, hematoma, y en ocasiones inestabilidad al caminar. La gravedad puede variar desde una distensión leve (grado I) hasta una rotura parcial o completa (grados II y III).
Durante la fase de recuperación, las bandas elásticas permiten trabajar de manera segura la movilidad, el fortalecimiento de los músculos tibiales y peroneos, así como el control neuromuscular. Ejercicios como la eversión contra resistencia, el equilibrio sobre una superficie primero estable y después inestable, el trabajo excéntrico… son algunas propuestas para conseguir una recuperación eficaz y prevenir recaídas.
En el siguiente vídeo te mostramos tres ejercicios con banda elástica recomendados para un esguince de tobillo externo en fase de fortalecimiento, va desde la movilidad hasta la fuerza.
Esguince de tobillo interno
El esguince de tobillo interno es menos frecuente, pero suele relacionarse a deportes de contacto, correr en terrenos irregulares o a accidentes de alta intensidad (caídas grandes o accidentes de tráfico). Esta lesión se produce por una eversión forzada del pie, que compromete el ligamento deltoideo. Por su robustez, el deltoideo se lesiona con menos frecuencia, pero cuando lo hace suele ir acompañado de otras lesiones, como fracturas de maléolo o afectación de sindesmosis.
El dolor aparece en la cara interna del tobillo, junto con inflamación y dificultad para la carga. La rehabilitación suele ser más costosa y requiere un enfoque cuidadoso, en especial durante la fase inicial, debido a la menor vascularización de la zona.
Las bandas elásticas permiten una progresión controlada del ejercicio, con movimientos como la inversión activa contra resistencia. Este tipo de entrenamiento ayuda a recuperar el rango de movimiento, la fuerza y la estabilidad funcional del tobillo.
En este vídeo te presentamos tres ejercicios con banda elástica indicados para la recuperación de un esguince de tobillo interno, útiles a partir de la fase subaguda.
La recuperación de un esguince de tobillo, ya sea interno o externo, debe estar orientada primero a reducir el dolor y la inflamación. Y, después, a restaurar la funcionalidad, mejorar la estabilidad y prevenir nuevas lesiones. Las bandas elásticas son una herramienta eficaz dentro de esta segunda etapa, ya que permiten adaptar la carga, trabajar la propiocepción y fortalecer la musculatura implicada sin generar impacto sobre la articulación.
Incluir estos ejercicios en un plan de rehabilitación guiado por un fisioterapeuta no solo acelera la recuperación, sino que mejora la confianza del paciente en el movimiento, reduce el riesgo de recaídas y favorece una vuelta segura a la actividad diaria o deportiva.
Recuerda: cada lesión es distinta y progresa a su ritmo. Consulta siempre con tu fisioterapeuta antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios para asegurarte de que sea adecuada a tu fase de recuperación y condición física. Somos personas, así que los protocolos no son válidos, solo los utilizamos como una guía, los tratamientos se deben personalizar al 100%.
Además, en nuestras redes sociales puedes encontrar contenido complementario sobre el esguince de tobillo, como técnicas de vendaje funcional y neuromuscular, o el uso de electroestimulación durante la recuperación. Síguenos para acceder a recursos útiles y prácticos que pueden ayudarte.