Bandas elásticas en lesiones de rodilla
La rodilla es una de las articulaciones más complejas del cuerpo humano, encargada de permitir tanto la estabilidad como la movilidad del miembro inferior. Se trata de una articulación sinovial de tipo bisagra que conecta el fémur con la tibia, y cuya movilidad está asistida por la rótula. En su funcionamiento intervienen diversas estructuras: los meniscos (interno y externo), que actúan como amortiguadores y estabilizadores dinámicos; y una red de ligamentos —principalmente el ligamento cruzado anterior (LCA), el ligamento cruzado posterior (LCP), y los ligamentos colaterales— que aportan estabilidad en distintos planos de movimiento.
El soporte muscular proviene sobre todo del cuádriceps, los isquiotibiales, los gemelos y los músculos de la cadera, los cuales deben trabajar de forma coordinada para proteger la articulación frente a fuerzas externas o desequilibrios. Una disfunción o debilidad en cualquiera de estas estructuras puede comprometer la alineación y carga de la rodilla, predisponiéndola a lesiones.
En este artículo abordaremos tres de las lesiones más habituales en esta articulación: el esguince de rodilla, la cirugía de menisco y la lesión del ligamento cruzado anterior (LCA). Veremos cómo los ejercicios con bandas elásticas pueden integrarse en la rehabilitación, ayudando a recuperar fuerza, control neuromuscular, rango articular y funcionalidad general; además de contribuir a una readaptación a las actividades diarias o deportivas.
Esguince de rodilla
El esguince de rodilla es una lesión que afecta a los ligamentos que estabilizan la articulación, especialmente al ligamento lateral interno (LLI) y el ligamento lateral externo (LLE). Se produce cuando la rodilla sufre un movimiento brusco más allá de su rango normal, como en giros forzados, cambios de dirección rápidos o impactos laterales, comunes en deportes como el fútbol, el esquí o el baloncesto.
Los síntomas más frecuentes son dolor localizado, inflamación, sensación de inestabilidad… y en casos más graves, dificultad para apoyar. El tratamiento dependerá del grado del esguince (I, II o III), pero la recuperación funcional es clave para evitar recaídas y recuperar la movilidad y la fuerza de la rodilla.
Los ejercicios con bandas elásticas resultan especialmente útiles para activar de forma progresiva la musculatura estabilizadora, como el cuádriceps, los isquiotibiales y los músculos de la cadera. Las bandas permiten trabajar sin sobrecargar la articulación, mejorando el control neuromuscular y, por tanto, el movimiento.
En el siguiente video, te mostramos tres ejercicios que puedes incluir en tu plan de recuperación para un esguince de rodilla leve o moderado.
Cirugía de menisco
El menisco es una estructura cartilaginosa en forma de media luna situada entre el fémur y la tibia, cuya función es absorber impactos, estabilizar la rodilla y distribuir las cargas articulares. Su integridad es clave para la salud a largo plazo de la articulación.
La cirugía de menisco (ya sea mediante meniscectomía parcial o sutura meniscal) es un procedimiento común cuando hay roturas que no pueden resolverse con tratamiento conservador. Tras la operación, la recuperación se basa en reducir la inflamación, recuperar el rango de movimiento y fortalecer la musculatura que da soporte a la rodilla. Durante las primeras semanas, es fundamental evitar cargas excesivas y movimientos bruscos que comprometan la cicatrización del tejido.
Las bandas elásticas son una herramienta segura y eficaz para comenzar la activación muscular de forma progresiva. Permiten trabajar la fuerza de los músculos, manteniendo un control adecuado sobre la intensidad y la dirección del movimiento. Además, facilitan la mejora del control postural y la propiocepción, fundamentales para una recuperación global.
En el siguiente video, te proponemos tres ejercicios con bandas elásticas, dos para trabajar la flexión de la rodilla y el último añadiendo inestabilidad. Indicados para la fase de fortalecimiento tras una cirugía de menisco.
Lesión de ligamento cruzado anterior
El ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las principales estructuras estabilizadoras de la rodilla, encargado de controlar el desplazamiento anterior de la tibia sobre el fémur y de proporcionar estabilidad rotacional. Su rotura es una lesión frecuente en deportes que implican cambios de dirección, saltos o giros bruscos, e impactos.
La lesión del LCA suele ir acompañada de un chasquido fuerte, dolor agudo, inflamación rápida y sensación de inestabilidad. En la mayoría de los casos, especialmente en personas activas y deportistas, se opta por una reconstrucción quirúrgica del ligamento, seguida de un proceso de rehabilitación largo y progresivo que se extenderá varios meses hasta la reincorporación al deporte.
En el siguiente video, tienes tres ejercicios con banda elástica, apertura y extensión de rodillas, además de las famosas sentadillas. Puedes incorporarlos durante la fase de fortalecimiento y readaptación, siempre adaptados a tu nivel y bajo supervisión profesional.
La rehabilitación de lesiones de rodilla requiere un enfoque progresivo, individualizado y basado en el control del movimiento. Incluir los ejercicios con bandas elásticas que te proponemos dentro de un programa de rehabilitación estructurado contribuye a mejorar la fuerza, la propiocepción y recuperar el movimiento.
Recuerda que cada lesión y cada paciente son distintos. Antes de iniciar cualquier rutina, es fundamental contar con la valoración y el seguimiento de tu fisioterapeuta.